La mayoría de parejas progresan naturalmente hacia tener hijos después de casarse. Marido y mujer comparten el camino hacia la paternidad responsable y reflexionan sobre cómo integrar el plan de Dios en sus vidas como cónyuges; cómo buscar la unidad de pareja y familiar cuando ya sean padres. La mayoría de las personas interpretan la definición de familia como padres con hijos, no toman en cuenta que una pareja ya constituye una familia, porque en la realidad la pareja se convierte en familia desde el momento de contraer matrimonio. La pareja refuerza la base de su familia recién formada al estar cerca de Dios y de la iglesia. También la refuerzan adoptando o formando sus propias tradiciones únicas, valores familiares y rituales, así cuando llegan los niños, ya ellos han preparado una base sólida.
Traer nueva vida al mundo puede ser una de las experiencias más bellas en la vida de marido y mujer, sin embargo, la paternidad trae consigo muchas alegrías pero también muchas luchas. Cuando un bebé llega a la familia, esta adición sin duda traerá cambios en las dinámicas normales de la familia ya existente. Puede también engendrar temores en los padres y especialmente si es el primer bebé, traerá dudas en los esposos con respecto a las nuevas responsabilidades. Dudas sobre la disciplina, el cuidado de los niños, si uno de los dos dejará su trabajo con el fin de cuidar al niño, etc. saldrán a la superficie.
Los niños podrán restricciones en la relación de la pareja (por ejemplo, pérdida de acciones espontáneas con respecto al tiempo libre, falta de dormir bien, quehaceres hogareños que aumentan, encontrar niñeras, etc.) Percibir a los niños como regalo y bendición de Dios ayudará a los padres a adaptarse a estas limitaciones, y ayudará a que las vean como nuevos compromisos que vienen al ser co-creadores con Dios en el nacimiento de una nueva vida. Nuestro amor por los niños nos da aunque en muy pequeña medida, una muestra del amor que Dios nos tiene como hijos suyos. Como católicos, estamos llamados a ser los primeros evangelizadores de nuestros hijos y criarlos según las enseñanzas de la iglesia. La paternidad responsable es una experiencia compartida de ambos cónyuges y les da la oportunidad de crecimiento mutuo; se acercan más a si mismos conforme se van acercando más a Dios.
Las parejas deben tener en cuenta que como cónyuges todavía necesitan tiempo exclusivo de pareja y necesitan cultivar su matrimonio, por lo tanto deben planificar su tiempo apropiadamente.
Casarse por la iglesia católica implica estar abiertos a la posibilidad de la maternidad, apertura a la vida e intención de producir niños como el don supremo del matrimonio. Durante la boda, los cónyuges libremente prometen a Dios y se prometen mutuamente ser fieles para siempre. La entrega total de marido y mujer está perfilada para traer nueva vida al mundo. El amor verdadero es libre, total, fiel, y fructífero.
Sin embargo, contrario a la opinión popular o al mito común, la Iglesia no requiere que cada matrimonio tenga tantos niños como sea posible. La iglesia nunca ha puesto un número específico en la cantidad de niños que cada matrimonio “debe” tener como para reducir el milagro de la maternidad a una cuota que debe ser alcanzada por la pareja.
Muy por el contrario, la Iglesia reconoce que hay muchos desafíos involucrados en la creación y educación de los niños. Tal vez la decisión más importante jamás tomada por todo matrimonio tiene que ver con los niños. Las parejas afrontan el dilema de cuándo tener hijos y cuántos van a tener, mientras deben ser generosos en traer niños a este mundo, también deben ser responsables y maduros en esa decisión. Deben ponerse en oración y pedirle a Dios que les ayude a tomar la decisión que vaya de acuerdo a Su plan para ellos.
¿Donde podemos aprender PFN?
Nuestra oficina ofrece entrenamiento en el metodo de Ovulación de Billings, que fue desarrollado por médicos australianos John & Evelyn Billings. Se trata de un método natural de control de fertilidad que ayuda a las parejas a comprender los patrones naturales de la mujer de períodos de fertilidad en cada ciclo, basado en los cambios del moco cervical. Al conocer estos cambios, la pareja es capaz de usar el método para evitar, aplazar o lograr embarazo. Este método tiene una tasa de éxito por ciclo 67 % cuando se utiliza para lograr un embarazo y una tasa de 97-99 % de eficacia cuando se utiliza para evitar el embarazo.
Las clases tienen lugar en el centro parroquial de
la Iglesia de San Sebastian
39-60 57 Street
Woodside, NY 11377
Para obtener información sobre como inscribirse en las clases de Planificación Familiar Natural de la Diócesis de Brooklyn, por favor llame al 718-281-9544